Causas
infecciosas de infertilidad en cerdas
El aborto es la
expresión más dramática de pérdida de producción. Cuando en
un rebaño determinado aumenta su incidencia, se suele sospechar
que existe un agente infeccioso. El aumento de abortos puede
seguir a la adición de animales de reemplazo o a la mezcla de
grupos de animales que anteriormente estuvieron separados.
Aproximadamente el 38% de los abortos diagnosticados se atribuyen
a causas infecciosas.
La etapa de gestación
durante la cual la cerda y/o los fetos son infectados será la que
determine la capacidad de sobrevivencia de la camada. En algunos
casos, el agente infeccioso afecta directamente el desarrollo de
los fetos y las placentas, causando compromiso fetal y la muerte.
Cualquier
enfermedad grave de la cerda preñada puede resultar en muerte de
los fetos, debido a la interrupción de la normalidad del ambiente
uterino. Pueden perderse uno, varios o todos los fetos de la
camada. Si la infección ocurre a menos de los 35 días de gestación,
los fetos pueden ser reabsorbidos.
Si ocurre entre los
días 35 y 70 días de gestación, los fetos se momifican. Si es
después del día 70, puede ser que los lechones nazcan débiles o
muertos. En este artículo se discuten varias causas infecciosas
de infertilidad y aborto en las cerdas, así como algunas medidas
preventivas.
Infecciones
bacterianas
Las bacterias
penetran al útero a través del cervix abierto al momento del
parto, pero generalmente son eliminadas antes de que se establezca
una infección. Las cerdas tendrán una descarga vaginal durante 1
a 3 días después del parto. Esta descarga es normal, si no tiene
mal olor y no está asociada con alguna enfermedad clínica en la
cerda o los lechones.
Pero, si una cerda
pare en un ambiente contaminado, un exceso de materias fecales o
el parto es asistido con poca higiene, puede aparecer metritis.
Esta es la forma más severa de infección uterina. El útero se
llena con grandes cantidades de fluido mal oliente y de membranas
fetales en descomposición.
La cerda desarrolla
fiebre, se sentirá enferma y podría morir como resultado de las
toxinas que producen las bacterias. Sus lechones pueden mostrar síntomas
de desnutrición. La enfermedad se ve a los pocos días después
del parto. Si la cerda se recupera, su fertilidad se verá
disminuida en el próximo servicio.
La endometritis, o
inflamación de la membrana uterina es menos severa, pero
posiblemente más importante económicamente. Las enfermedades
bacterianas del tracto reproductivo pueden resultar en falla en la
concepción y/o muerte embrionaria.
Las bacterias
penetran al útero durante el estro y la monta debido a que el
cervix se relaja en ese momento. El aumento de la tasa de
repeticiones puede ser la única indicación de que existe un
problema. Los intervalos de retorno a celo pueden ser normales o
prolongados.
La inflamación del
endometrio no es compatible con la supervivencia de los embriones
por lo que la preñez se terminará. Estos animales son con
frecuencia clínicamente normales o pueden presentar una fiebre
baja. Se puede observar una ligera descarga vaginal en el próximo
celo. Las lechonas que viven en condiciones de sobrepoblación
pueden desarrollar endometritis.
La vaginitis también
produce descargas vaginales. La fertilidad puede no verse
afectada, a menos que las bacterias penetren en el útero durante
el servicio. Las lechonas y las cerdas adultas que hayan sido
expuestas a niveles elevados de la micotoxina zearalenona en su
dieta desarrollarán vaginitis y descargas vaginales. Las
propiedades estrogénicas de esta sustancia impedirán que estos
animales puedan tener ciclos normales.
Una dieta alta en
calcio y fósforo puede resultar en la formación de sales en la
orina, lo que provoca la salida de un fluido blancuzco, que
aparece en la vulva. No se debe confundir con una infección,
aunque las infecciones del tracto urinario pueden causar descargas
vaginales similares. Un adecuado consumo de agua puede ayudar a
prevenir infecciones ayudando a frecuentes micciones y a la
limpieza mecánica del tracto urinario.
Las bacterias que
causan estas infecciones de los tracto urinario y reproductivo
pueden encontrarse en estos sistemas y/o en el ambiente. Cuando
son los sistemas los que están contaminados y los mecanismos de
defensa están sobrecargados, se produce la infección. Los métodos
más efectivos de prevenirla es proporcionar un medio ambiente
limpio (buena eliminación de desperdicios) y suficiente agua
limpia.
Leptospirosis
Se sabe que una
gran variedad de bacterias de leptospira infectan a los cerdos. En
la mayoría de los rebaños que han sido expuestos se encuentran
pocos casos clínicos de la enfermedad.
Las bacterias de
lecptospira prefieren el riñón y aparecen en la orina. El
contacto con la orina infectada es la forma más común de
contagio de los otros animales. También, se puede localizar en el
útero de hembras preñadas. Si se contagian animales
reproductores susceptibles, la leptospirosis puede producir
abortos, mortinatos o el nacimiento de lechones débiles.
Diferentes
serovares de Leptospira interrogans han sido encontrados en
los cerdos. La pomona es la más comúnmente involucrada en
la infertilidad. La bratislava también se ha encontrado
persistente en el oviducto y útero de hembras no preñadas y el
tracto genital superior de los verracos, contribuyendo a la
infertilidad.
Es posible que esta
infección pueda contagiarse durante el apareamiento. Sin embargo,
por ahora no se ha ligado la infección de bratislava con
brotes clínicos a gran escala en los Estados Unidos.
Existen vacunas
contra la leptospirosis, pero la inmunidad que suministran suele
ser breve. Los reproductores deben ser vacunados por lo menos dos
veces al año y hasta cuatro veces en rebaños infectados. Las
vacunaciones deben aplicarse antes del servicios. Los antibióticos
ayudan a reducir la incidencia de la enfermedad pero no pueden
eliminarla completamente en un rebaño infectado.
Los roedores y la
fauna silvestre local pueden estar también infectados y
contribuir a la diseminación de la leptospirosis. Las prácticas
de manejo que eliminen las poblaciones de roedores e impidan la
contaminación del alimento y el agua por la orina, también
contribuirán en gran medida a sanear el ambiente. Durante un
brote, los animales clínicamente enfermos deben ser tratados y
los que están en contacto con ellos deben ser vacunados.
Brucelosis
La brucelosis es
producida en el cerdo por la Brucella suis. Se trata de un
microorganismo que infecta también a los humanos. Se contagia por
contacto directo con tejidos infectados, especialmente, fetos
abortados y membranas. Los verracos desarrollan una infección
persistente y pueden excretar bacterias en el semen, lo que
contribuye a la diseminación de la enfermedad. Las hembras que
son infectadas durante el servicio pueden abortar en cualquier
etapa de la gestación.
Los antibióticos
son de poco valor en el tratamiento de la brucelosis. Es mejor
adoptar prácticas de manejo para mantener los rebaños libres de
brucelosis. Los riesgos a la salud humana siempre deben ser
considerados cuando se estén manejando fetos abortados o
membranas fetales.
Parvovirus porcino
Pocos animales
exhiben enfermedad clínica como resultado de infección por
parvovirus porcino. Este virus se encuentra en la mayoría de los
rebaños porcinos, pero los animales que hayan sido expuestos con
anterioridad desarrollan inmunidad.
El parvovirus
porcino atraviesa la placenta e infecta a los fetos en desarrollo.
Las hembras no inmunes, infectadas durante la primera mitad de la
gestación, generalmente tendrán varios fetos momificados al
parto.
Las lechonas son
afectadas con más frecuencia que las cerdas adultas.
Si la infección
ocurre durante la preñez se presentarán nacidos muertos,
lechones muertos al nacer, lechones débiles e infertilidad. Los
abortos son poco comunes. Si la infección ocurre al final de la
preñez, los lechones generalmente sobreviven.
Debido a que el
parvovirus porcino esta ampliamente diseminado en los rebaños,
todas las lechonas deben ser expuestas naturalmente o vacunadas
por lo menos 30 días antes del servicio. Hay vacunas inactivadas
y vivas modificadas, que deben ser administradas bajo la supervisión
de un veterinario.
No hay tratamiento
contra la infertilidad inducida por el parvovirus porcino, pero
los animales infectados en forma natural son inmunes de por vida.
Enterovirus
porcinos
Igual que con el
parvovirus porcino, los enterovirus están presentes en la mayoría
de los rebaños, pero muchas veces no producen ninguna enfermedad
clínica. Los enterovirus han sido asociados con enfermedades del
sistema nervioso central (poliencefalitis), diarrea y neumonía.
También pueden producir pérdidas fetales no específicas,
semejantes a las de las infecciones con parvovirus.
Los virus
atraviesan la placenta, por lo tanto, las lechonas y cerdas preñadas
pueden parir fetos muertos o momificados, menos lechones por
camada o sencillamente no parir. Los abortos son raros.
No hay vacuna
disponible para la protección contra pérdidas reproductivas
resultantes de infecciones con enterovirus. La mejor práctica
preventiva es asegurar que las lechonas hayan sido expuestas a
materias fecales de animales de otros rebaños, especialmente
cerdas viejas, por lo menos un mes antes del servicio. Como ocurre
con el parvovirus porcino, no hay tratamiento para la infección,
sin embargo, la fertilidad subsecuente no parece ser afectada.
Seudorabia
Los abortos
resultantes de infecciones por el virus de seudorabia (VSRP) se
producen generalmente después de un período de fiebre y de
enfermedades respiratorias, en lechonas y cerdas adultas preñadas.
Si las hembras susceptibles se infectan al inicio de la gestación,
los fetos pueden ser reabsorbidos. Aproximadamente el 20% de las
hembras infectadas a finales de la gestación, abortan. Los
lechones que nacen vivos son débiles y muchas veces no sobreviven
más de uno o dos días.
Otros signos de la enfermedad en un rebaño recién infectado
incluyen: neumonía en los cerdos en crecimiento/acabado,
enfermedades del sistema nervioso, muerte en los lechones
lactantes y lechones recién destetados. Rebaños con infección
endémica pueden no mostrar otros signos clínicos que un aumento
de la susceptibilidad a enfermedades respiratorias en los cerdos
en engorde y acabado.
Hay vacunas para el
virus de la pseudorrabia. No previene la enfermedad clínica si
los animales son infectados, pero reduce la severidad de la
enfermedad y su diseminación en el rebaño. La vacunación debe
hacerla un veterinario.
SRRP/SRIP
A finales de la década
de los 80, muchos rebaños porcinos experimentaron gran cantidad
de abortos, seguidos por un aumento en la incidencia de nacidos
muertos y momificados. La rata de sobrevivencia fue muy baja para
los lechones que nacieron vivos. También, fue reportada la neumonía,
afectando a cerdos de todas las edades en esos rebaños. Muchas de
las cerdas que se recuperaron experimentaron períodos de
infertilidad.
Recientemente, se aisló un virus de RNA como el agente causal. El
proceso de la enfermedad, que se llamó al principio la Enfermedad
Misteriosa de los Cerdos, se llama ahora Síndrome Respiratorio
Reproductivo Porcino (SRRP) o Síndrome Respiratorio de
Infertilidad Porcina (SRIP).
Los rebaños recien
infectados siguieron el patrón de enfermedad descrito
anteriormente. Más recientemente se ha asociado el SRRP con los
cerdos que progresan mal en el destete y con la disminución en
las tasas de pariciones. Además, las tasas de concepción y la
cantidad de animales servidos ha disminuido. Las cerdas próximas
al parto, presentan fiebre y pérdida de apetito.
Como no existe un
tratamiento específico para el SRRP, debe darse terapia de apoyo
a los animales enfermos. Es útil darles medicamentos para
disminuir la fiebre y animarles a comer. Al adquirir animales de
rebaños que no hayan sido expuestos, estos deben ser aislados por
lo menos durante 30 días, para disminuir el contagio de esta
enfermedad y establecer un estricto control del movimiento de los
animales dentro del rebaño.
Apuntes del
Congreso realizado en la UNRC