Evaluación
reproductiva de toros
Muchos trabajos de
investigación científica han demostrado que en sistemas de
producción de carne la fertilidad es el factor más importante
desde el punto de vista económico. Es 10 veces más importante
que la calidad de la res y cinco veces más que la ganancia de
peso. A pesar de estos conocimientos, muchos ganaderos dan
prioridad en la selección a la conformación y el tipo antes que
a la performance reproductiva.
El desafío de los productores de carne es conseguir altos índices
de preñez en períodos cortos de tiempo. Para que esto ocurra,
sin duda la fertilidad de las vacas juega un papel importante
pero, indudablemente, la fertilidad de los toros es de una
trascendencia superior.
Por esta razón, la evaluación de los toros, de su semen, los
controles y el manejo deben constituir prácticas de rutina en los
establecimientos que pretenden producir eficientemente. Se ha
comprobado que en poblaciones no controladas de toros, uno de cada
cinco es subfértil o con poca habilidad de monta o de pobre
calidad seminal. Esto se traduce en bajas tasas de preñez o períodos
largos de servicio. Cualquiera de estas dos consecuencias
representa una disminución en la productividad para el ganadero.
La falta de terneros por baja preñez es sin duda la más
importante. Tampoco son despreciables los daños que ocasiona el
atraso en la concepción durante el servicio. Por cada celo en el
que no se logra preñez, se pierden 25 ó 30 kilos de peso del
ternero al destete y se disminuye la posibilidad de preñez
temprana el año próximo.
La evaluación de la capacidad reproductiva de los toros (aptitud
física, calidad seminal, libido y habilidad de servicio) es
suficientemente confiable como para detectar toros que posean una
alta fertilidad potencial y aquellos que sean claramente subfértiles
o infértiles.
Hay gran cantidad de toros que tienen una fertilidad disminuida
por cualquiera de los factores enunciados anteriormente y que son
calificados como dudosos o cuestionables pero que deberían ser
descartados.
Asumiendo que los toros están libres de toda enfermedad, estos
requieren tres atributos para ser fértiles: 1) Buen estado físico;
2) Buena calidad seminal; 3) Buena libido y habilidad de servicio.
Estado físico
El tamaño testicular medido a través de la circunferencia
escrotal constituye, a nuestro criterio, el principal elemento
para comenzar a seleccionar un toro. También es de importancia la
revisación de los aplomos (patas) , la vista y los órganos
internos del toro (vesículas seminales/próstata). Debemos ser
cuidadosos en evaluar los ojos debido a que los toros dependen
principalmente de la vista para detectar las vacas en celo.
La medición del tamaño testicular mediante la circunferencia
escrotal es un factor de selección imprescindible. Si bien ésta
es una medida objetiva de gran importancia, no reemplaza a la
palpación de los testículos y epidídimos con la que se
complementa. El tamaño de los testículos se correlaciona
positivamente con la producción espermática e influye en la
maduración sexual más temprana de sus hijos (machos y hembras),
lo que determina que sea el factor de mayor importancia en
evaluación y selección de reproductores.
Investigaciones realizadas en distintos centros han demostrado que
la circunferencia escrotal (CE) ofrece más certeza para predecir
el comienzo de la pubertad que medidas como el peso o la edad.
También hay considerable evidencia que la medida de CE entre el año
y los dos años son de heredabilidad moderada a alta, tanto en
machos como en hembras, y que existe una alta correlación genética
entre CE y edad al primer servicio, edad al parto y porcentaje de
preñez.
Como la edad de la pubertad en hembras está favorablemente
asociada a su eficiencia reproductiva durante su vida útil,
seleccionar por gran circunferencia escrotal incrementará el
potencial reproductivo del rodeo.
Todos los toros de carne deberían tener una circunferencia
escrotal no menor de 32 centímetros a los dos años de edad,
aunque existen variaciones entre las distintas razas.
Calidad seminal
Determinar si un toro tiene buena calidad seminal es tan
importante como su tamaño testicular y su libido. Poca
importancia tiene un toro de buena circunferencia escrotal y alta
capacidad de servicio si su semen no es bueno.
El estudio del semen es una manera de evaluar la capacidad
reproductiva de un toro y algunas pruebas de laboratorio son útiles
para predecir la fertilidad del semen. Todas estas pruebas para
determinar la calidad seminal son de fácil aplicación a campo y
deben ir acompañadas de una exhaustiva anamnesis y revisación clínica
del animal en cuestión.
Libido y habilidad
De nada nos servirían toros con gran capacidad de producción de
semen y buena calidad seminal si no fueran capaces de depositarlo
en el tracto genital de las vacas.
Si bien la circunferencia escrotal es un indicador preciso de la
capacidad de producción de espermatozoides y las pruebas de
laboratorio de calidad seminal pueden predecir la fertilidad de
los toros, es bastante más difícil determinar con certeza el
comportamiento sexual de los toros en el rodeo.
Existen pruebas de evaluación de libido y capacidad copulatoria a
corral que son muy valiosas para conocer la habilidad de servicio
y la determinación de anormalidades específicas.
Mediante estas pruebas se puede categorizar a los toros en alta,
media y baja libido. Los de alta libido en general preñan más
hembras temprano que los toros de baja libido, lo cual conduce a
mejores tasas de parición y pesos de destete.
Los toros de alta libido son superiores en la detección de celo y
tienden a servir más hembras con mayor frecuencia que los toros
de menor libido. Hay que tener mucho cuidado al categorizar a los
toros de baja libido en el corral porque su comportamiento puede
estar influenciado por distintos factores y no correlacionarse con
su comportamiento a campo.
Relación toros-vacas
El costo de poseer un toro incluye el precio original de compra,
interés, depreciación, costo de mantenimiento, alimentación,
medicamentos, y su participación en el costo del ternero
producido depende fundamentalmente de la tasa de preñez y de la
relación toro/vaca. Obviamente, bajos porcentajes de toros en
servicio disminuyen el costo del ternero siempre y cuando la tasa
de preñez no se reduzca.
Se han realizado muchos experimentos para determinar la habilidad
de los toros para detectar celos en diferentes relaciones de
toros/vacas.
Un estudio realizado en Colorado, Estados Unidos, demostró que la
detección de celos por los toros fue igual en la relación 1:25,
1:44 y 1:60. También fue similar el porcentaje de preñez después
de 21 días de servicio. En los toros utilizados en el ensayo se
había controlado la calidad seminal y la circunferencia escrotal
previamente.
Otro estudio realizado en Australia demostró que toros de alta
capacidad de servicio y de una circunferencia escrotal mayor de 35
centímetros registraron porcentajes de preñez entre 52-63 por
ciento en 20 días en una relación toro/vacas 1:75.
En cuatro experimentos realizados en Canadá se comprobó que
cuando la relación toro/vacas fue de 1:20, 1:30 y 1:35, más del
70 por ciento de las vacas fueron servidas por dos toros o más
durante los primeros 21 días de la temporada de servicio.
En un ensayo realizado por nuestro equipo, en la provincia de
Santiago del Estero, se comparó el porcentaje de preñez logrado
en rodeos con una relación toro/vacas 1:25, 1:33 y 1:50, y no se
encontraron diferencias significativas en el resultado final de
preñez. Todos los toros utilizados habían superado los controles
físicos, calidad seminal y de habilidad de servicio.
Porcentajes en servicio
Con toros que superaron el examen físico, se les comprobó una
buena calidad de semen y demostraron poseer buena libido con una
circunferencia escrotal que supera el mínimo exigido para cada
raza se podría utilizar una relación toro/vacas de 1:50 o 1:60.
Sin embargo, posibles lesiones de los toros durante el servicio
podrían disminuir la tasa de preñez. Debido a estos
imponderables, es prudente trabajar con una relación toro/vacas
de 1:35 a 1:40 al comenzar los servicios.
Fuentes: La Voz del Campo, Agosto de 2000
Publicación de la UNRC, Cátedra de Prod. Bovina