Mapa
Folklórico Argentino
Nuestro país ofrece en su
deleitado territorio, distintas características en sus
expresiones líricas y coreográficas, que muchas veces eluden los
límites provinciales, formalizándose de esta manera, zonas que fácilmente
podemos diferenciar y clasificar, sin temor a equivocarnos.
También debemos tener en cuenta,
las influencias que recibimos de los países limítrofes, cuyas
manifestaciones populares evaden la frontera geopolítica y
conforman un todo, en cuyo contenido podemos hallar la misma
idiosincrasia.

Norte
Comprende las provincias del
noroeste. En las septentrionales, el Altiplano boliviano continúa
por nuestra Puna y es marcada su influencia, especialmente en los
instrumentos aerófonos, que sólo cambian de nombre según la
región o el país; también tiene amplia difusión el charango,
una guitarra americana por excelencia. La baguala se
acompaña con caja, siendo lo más tradicional, junto con el carnaval
y los carnavalitos. Un poco más al sur, en la zona
cordillerana, imperan las vidalas catamarqueñas y las chayas
riojanas. Si bien tradicionalmente la expresiones líricas han
tenido carácter solista, desde hace tiempo se han impuesto la
formación de conjuntos de cuatro voces, con tres guitarras y
bombo y, últimamente, la incorporación de otros instrumentos no
convencionales.
La zamba a pasó a ser la más
difundida y la más elegida por los intérpretes, expandiéndose
por todo el país.
Litoral
Comprende la Mesopotamia (Entre
Ríos), Corrientes y Misiones), parte de chaco y Formosa y norte
de la provincia de Santa Fe. Es también de destacar hacia el
norte, la influencia de las expresiones populares del Paraguay,
siendo ésta una de las zonas de donde el idioma ancestral e ha
mantenido a través del tiempo: el guaraní. El río Uruguay
transporta desde el interior uruguayo -muy similar al entrerriano-
el sobrepaso, que en nuestra provincia se transforma en chamarrita,
la especie que la identifica. pero, en toda la zona impera el chamamé,
especialmente en Corrientes; en cambio, curiosamente, cruzando el
Uruguay, el sur del Brasil ofrece más puntos comunes con lo
rioplatense, si bien en los instrumentos hay similitudes con la
zona lindera. En Misiones, la tradición de colonias europeas ha
puesto de moda el chotis y nuevas expresiones como la kolomeika
y, como ritmo de frontera, el gualambau. De todas maneras
los d mayor fuerza, en ese orden, son el chamamé, el rasguido
doble, la chamarrita y el valseado, aunque también la
polca y la galopa.
La forma interpretativa más
tradicional es el dúo y los instrumentos de más uso son: el
acordeón (también a piano), el bandoneón, la guitarra y lo fue
-hoy casi en desuso- el arpa india.
Centro
Comprende fundamentalmente Santiago
del Estero, la otra zona de país en donde la lengua original, el quichua,
mantiene su vigencia, especialmente en Saldavia y toda su zona
circundante. La vidala en voces solistas a dúo, ha sido
desplazada paulatinamente por las chacareras (en todas sus
formas), los gatos y los escondidos. La zamba,
más lenta que la salteña carpera, es también elegida en el
repertorio de la mayoría de los interpretes, que optan
acompañarse con la guitarra y los instrumentos más típicos de
la región: el bombo y el violín. Los cordobeses, por su parte,
un tanto huérfanos de expresiones regionales, han adoptado la la
jota y al gato con el agregado de "cordobesa" y
"cordobés", respectivamente. También, los valsesitos
serenateros evocan, casi siempre, un pasado no muy
lejano.
El malambo, expresión
coreográfica exclusivamente masculina, se presenta
individualmente o, en ocasiones, en contrapunto. Es como al zamba,
menos repiqueteado que en el norte, pero diferente de la versión
del sur, en donde el repiqueteado no existe.
Cuyo
Comprende la provincias de Mendoza,
San Luis y San Juan. Existen vías de comunicación, a través de
la cordillera, con Chile. Es otra de las zonas en donde impera el
canto a dúo, si bien el carácter de solista no se ha abandonado,
especialmente por parte de las tonaderas, intérpretes
`precisamente de la especie más difundida y representativa de la
región: la tonada, forma lírica que casi como
excepción, no tiene coreografía. Junto con ella, la cueca,
el gato y los valses son las de mayor divulgación.
Los intérpretes se acompañan con guitarra, requinto cuyano (otra
clase de guitarra americana) y, cada vez en menor medida, por
arpa. La tonada tiene en su parte final, una estrofa de
improvisación, casi dedicada al dueño de casa, o aquien se
quiere homenajear. La cueca, invita al tradicional
"aro, aro", expresión con la que se interrumpe al
cantor, en la segunda parte de su interpretación, para que -luego
de los tragos con que se lo invita- vuelva a comenzar la canción.
Rioplatense
Conocida vulgarmente como sureña.
Denominada de esta manera por la proyección que tienen distintas
formas populares en ambas márgenes del Plata.
El territorio comprende la pampa
húmeda bonaerense, la provincia de La Pampa, el sur de Santa Fe y
Entre Ríos y, escasamente, el sur de la provincia de Córdoba. Lo
más tradicional, aún vigente, lo constituye el denominado
contrapunto. Lo hacen por medio de distintos ritmos regionales,
dentro de los cuales se destaca la milonga; aun cuando
otras especies -que ya han caído es desuso- pueden sumárseles,
como el vals, la cifra y el triunfo. Todos
estos ritmos son los más utilizados por los cantores populares de
la zona; usualmente solistas, que se acompañan con la guitarra.
Región
Patagónica
Comprende la parte austral del
país, desde el río Colorado hacia el Sur. En realidad las
expresiones regionales han sido tomadas de los rituales
aborígenes, especialmente de los mapuches.
Danzas rituales, como el loncomeo,
son acompañadas por instrumentos indígenas y, convencionalmente,
guitarras. El género está en completa evolución y alguna de sus
referencias, especialmente de éste, ha sido adoptado por
conocidos intérpretes.